martes, 6 de noviembre de 2012

A veces miro mi interior, hablo con mi otro yo y él responde las cosas que yo necesito, solo él me entiende.
A veces quisiera irme lejos, bien lejos, alejarme de todo lo que me hace mal.Y de lo que me hace bien.
Donde no haya conexión alguna con el mundo.Donde solo se escuche el viento y las aves catando a su compás.
Donde no haya porqué sufrir ni motivos por el cual llorar. Y más de uno por el cual sonreír.
Sólo estar, sin nada que ocultar.Siendo libre.Caminar a la par del viento.
Sin recordar a nadie.
Es que a veces me pregunto, ¿cuántas personas me echarían de menos?. Quizá no se den cuenta de que nunca estuve.No pienso ser uno más del montón, simplemente coincidir con la que me hace feliz.
Ser el mejor amigo de las nubes.Que mi única compañía sean las olas.
Mi otro yo me ha dicho que ella ya no me quiere.Entonces, de qué sirve estar aquí, en un mundo ignorante y tan crédulo?
Sin nadie que me gobierne ni domine, sin decisiones que tomar, sin tareas que cumplir.
La Luna quizás sea el anhelo de mi noches, mi consejera fiel, la que aunque está sola nunca pierde su brillo.
Quién sabe si algún día volveré? yo ya me perdí.

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