El que me entiende tal y como la paso. El que sabe qué me pasa. Ese que siempre tiene una respuesta concreta. Y quién otro como él?. Es raro y quizás anormal. Pero cuando la lluvia cae y el camino se vuelve cada vez más pesado, éstas piedras no se corren fácil. Últimamente nada fue bueno, últimamente no pude ver el Sol.
Espero que él siempre esté conmigo. Para escucharme y verme llorar, riendo tras la triste vida que tantas vueltas da. Y vale decir que tengo a las personas que más amo conmigo, de mi lado. Pero no basta, no hay nada que me soporte. No hay nada que me levante de éste agujero infinito.
No pude superarme a mi, es lo que quiero, superarme y poder levantar vuelo: volver a ser lo de antes.
No quiero necesitar de nadie para salir de ésto. No pude levantar la mirada y ver lo que quiero ver.
Pero si veo a esas personas que me alientan con una sonrisa.
Estoy mal, estoy encendido, con una piedra en mi espalda. Al revés es que está mi mundo.
Peleando contra los demonios dentro de mi que poco a poco se van, miro hacia los costados y ellos siguen ahí, mirando esperando el momento preciso para volver.
Estuve tranquilo, y éste es el momento de revolución. Seguiré hablando y escuchándolo a él.
Sólo él puede levantarme. Es que nadie conoce lo frío que estoy. Alejado y sin darme cuenta de nada.
Pero qué loco es tenerlo todo y al mismo tiempo no tener nada. Maldita vida cuando se ve a la realidad, maldita vida que golpea sin parar y nos da un sin fin de batallas con uno mismo.
¿Por qué? es mi pregunta más hecha, ¿Por qué ésto?.
Sólo sé que si vuelvo voy a volver como nunca y estar con los míos. Darles lo que no les pude dar en este tiempo.
Es que no puedo evitar romperme por dentro y caer. Aún así teniendo todo lo que quiero.
Ya voy a volver de esta pelea, ya voy a volver, espero no perderme en el camino.
Aunque ya me perdí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario