miércoles, 22 de febrero de 2012
Solía deleitarse con Su sonrisa. Era limpia y serena, pero ante todo, sincera. Hacía todo lo posible por dibujarla en su boca e incluso la conocía mejor que la suya. Había invertido su valioso tiempo en descifrar cada matiz, cada pliegue, cada imperfección, todo sobre ella. Así mantenían una estrecha relación, se solían decir tantas cosas. A escondidas comentaban el día y los aspectos más tontos de la vida. Pero sólo con Su sonrisa. Más suya que de nadie, pues sólo ella entendía lo que escondía, era ella quien la había descubierto. Pasaba los ratos muertos, tantos como le eran posibles, perdida por sus comisuras, soñando despierta con dibujarlas. Así, recorrer los días amarrada a sus labios y sonrisa era una pasión para ella. Felicidad lo llamaban algunos, alegría e incluso, algún incauto, amor, pero era sólo un cara a cara entre ella y Su sonrisa. O al menos eso solía decirse. Sólo eso, Su sonrisa.
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