lunes, 28 de marzo de 2011

Caso Lola.

Éste hecho  sucedió hace dos años con unos amigos en el cementerio de Chacarita...tardé en subirlo porque quedé un poco traumado luego de lo sucedido.Aclaro que no es mentira y que sí,es un poquito largo pero bueno tomensé el tiempo porque esto vale la pena.


Dos amigos y yo, en un día que se había tornado aburrido hasta ese momento, recorríamos el Cementerio de la Chacarita cuando nos topamos con esta mujer (“Lola”). Mientras gritaba muy fuerte una que otra pelotudez llegó un momento que la seguimos y nos colocamos en un extremo de un callejón de tumbas. Del otro lado estaba Lola, en la vereda de la av. principal del cementerio.
Comenzamos a gritarle cosas hasta que en un momento SACA UNA CUCHILLA ENORME de su delantal y a los gritos nos empieza a correr por todo el cementerio. Yo solo pude filmar la primera parte, cuando se inicia la persecución.
Entre idas y vueltas, y los gritos de mi amiga de fondo, yo perdí a mis “buenos amigos que ya se habían ido muy lejos” y también a la loca.
Debido a la hora el cementerio estaba muy vacío, ayuda no podía pedir. Después de unos minutos de caminar por la senda principal rumbo a la salida, al girar la vista vi que Lola estaba a metros mío, corriendo como podía la vieja y con la cuchilla en su mano derecha que estaba alzada. 
Ahí volvía a escuchar los gritos de mi amiga y otra vez nos encontrábamos en una escena inolvidable. En la gran puerta del cementerio si había mucha gente, lo cual generó que la misma comience a gritar y correr hacia afuera del cementerio, mientras un centenar de palomas revoloteaban asustadas por el quilombo. Entre gritos, los gritos de “Lola”, la gente dirigiéndose para todos lados, logré salir del cementerio por la puerta principal. Mirando hacia atrás como toda la gente corrí para ver si aparecía la demente, y si, la veo salir! Estaba llena de ira, pero no me miraba a mí, ella parecía dirigirse directamente a nuestra amiga, la mujer del grupo (desde el principio parece a vérsela agarrado con ella) que se encontraba casi por cruzar la calle rumbo a la Estación Lacroze.   
Ella no alcanzó a cruzar cuando vimos que la vieja ingresó nuevamente al cementerio.
Esta historia no termina acá, ahora se vuelve peor…
Nos juntamos los tres en la puerta del cementerio y, cómo no iba a ser de otra forma, decidimos volver a entrar!
Traspasando las columnas del ingreso, ya casi dentro del lugar, una señora de traje, junto a un custodio del cementerio, nos detuvieron.
Nos llamó la atención una horrible bolsa negra cubierta con tierra que estaba detrás de ellos.
El señor de seguridad se fue a cerrar las puertas del cementerio, nosotros aún estábamos adentro y la señora nos comenzó a hablar.  Nos contó que ella era jueza forense. Por otro lado, nos dijo que estaba muy mal haber “molestado” a esa señora en el cementerio, que ella conocía a esta mujer y que la llamaban “Lola”.
Inmediatamente, y sin miedo por la situación, mi amigo y yo comenzamos a interrogarla. Le preguntamos quién era la señora que nos seguía y de dónde la conocía.
Nos contó que hace mucho tiempo ella, con sus contactos, había organizado un motín (una revuelta) en la cárcel de Devoto con motivo de disminuir la cantidad excesiva de reclusos del lugar y asesinar a dos de ellos, hermanos considerados muy peligrosos. Su tarea fue la de ir trabajando junto a los presos, estratégicamente, para crear una gran pelea entre ellos.
La jueza fue quién, contando mentiras, pasando datos falsos de recluso en recluso organizó todo para que ese terrible suceso se produzca.
Así se dio, y la policía mató a esos dos hermanos que la jueza conocía y que prometió a la madre que no iban a salir con vida de la cárcel (esto es histórico, sucedió en el 2008, busquen datos).
Lola es la madre de aquellos asesinados que hoy están descansando en el Cementerio de la Chacarita. “Alcahueta” le grita a ella, la jueza que organizó semejante desastre y que ese día se encontraba en el cementerio realizando una exhumación. Lola la había visto y entonces reaccionó.
Según palabras de la propia jueza, Lola comenzó a sufrir un enorme deterioro mental desde aquel siniestro suceso, lo cual, unos años más tarde la llevó a ser internada en el Moyano, uno de los mayores y más importantes hospitales psiquiátricos país. 
Pasado un tiempo la demente se escapa. La vuelven a internar. El cuerpo de Lola aguantó más que un químico o sustancia para calmarla, “a Lola no la podía parar nadie” comentó la señora. La apodaron “Lola” en el mismo psiquiátrico. La jueza no nos dio su verdadero nombre, si nos dio su propia identidad (está en el final).  
Nuevamente la señora se escapa del hospital pero esta vez para no regresar. La doctora dijo que a Lola no la podían tener, que “era imposible”. A su casa no volvió, asique quedó a la deriva en la calle donde la gente le da de comer y ella, juntando una que otra cosa para sobrevivir, se sostiene (pido que esta gente se contacte con migo por favor; pregunten y busquen cerca del cementerio si alguien la conoce).
Lola va a visitar a sus hijos muy de vez en cuando al cementerio, y cuando va lo primero que hace es ponerse a baldear y limpiar, de forma despareja, cualquier tumba y partes del cementerio.
Ya era muy oscuro y nosotros seguíamos adentro del cementerio. Nos contó que más de una vez Lola había sido protagonista de escándalos en el cementerio, y además, en algunas ocasiones, hasta a llegado a lastimar a alguien. No es parte del personal del mismo, pero la jueza nos dijo que a los que administran el cementero les conviene porque “a donde van a encontrar otra persona que sin buscar un solo peso les limpie el cementerio”-palabras de la Dra.-
Inmediatamente le preguntamos: y por qué el de seguridad no reaccionó hoy?
- “POR QUE NO LE CORRESPONDE LA MANZANA DONDE ESTABAN USTEDES, el trabaja de acá para allá” respondió, escalofriantemente, esta señora.
 (Busquen e interroguen a la seguridad del cementerio)
Ella agrega: en un momento ustedes perdieron a la loca no? Saben que pasó mientras?
Nos cuenta que estaba exhumando un cadáver a una cuadra de acá, y que mientras retiraba los restos, la esposa e hijos pequeños del difunto se encontraban a unos pasos de ella llorando. Al momento que retiraban el cajón apareció Lola, totalmente sacada.  A los gritos, y alzando el cuchillo, le grita a la jueza, le dice que la iba a matar!; esta le responde diciéndole que solo si lo intentaba iba a quedar enterrada en el cementerio junto a sus hijos. La loca seguía y seguía gritando, entonces ella le dice: “a caso no vez que estoy sacando el cuerpo del marido de esta mujer!” (mientras la esposa del difunto lloraba, y estaba a punto de caer en un desmayo por la situación).
Lola le gritó un montón de cosas que no recuerdo bien a la familia y a la jueza, solo recuerdo que dijo que no le importaba y que la esposa vaya y le…
En esos instantes pasa Julieta, mi amiga, muy cerca del lugar y Lola la detecta. Gira su rumbo, y cuando Julieta la ve empieza a gritar y dirigirse hacia la salida del cementerio.
Como vio que la demente se había retirado del lugar, la doctora fue a socorrer a la esposa del difunto la cual se le desmayó en sus brazos diciendo y apuntando hacia mi amiga que corría delante de Lola: “otra loca, otra loca”. Sus hijos lloraban desconsoladamente; una situación realmente desagradable. (si esta mujer ve el video, le pido que se comunique con migo por favor).
En eso minutos que yo perdí a la loca sucedía esto, cuando me encontré con mis amigos en la salida, mi amiga estaba siendo perseguida por ella. En la bolsa que habíamos visto en la entrada estaba el cadáver exhumado.
Ahora si ya nos íbamos dirigiendo para la salida del cementerio, para este entonces eran como las 8 y pico de la noche. El de seguridad nos abrió las puertas y nos quedamos en la puerta del cementerio con la jueza.
Ahí fue donde la jueza nos cuenta, para nuestra sorpresa, que es la madre de Gustavo Fabián Nápoli, más conocido como "Chizzo" quién es cantante de la banda de rock “La Renga” (averigüen esto; la mujer era alta, de un aspecto elegante, rubia, de cuerpo grande). La forense nos dio datos hasta de cómo su hijo hacía las letras de los temas. Poco tiempo después nos ofreció entradas para ir a verlo en su último recital. Nosotros nos negamos porque a ninguno de los tres nos gusta la banda. Ante la negativa nos ofreció entradas para importantes boliches y, sorprendentemente, en ese momento le dijimos que no.
La verdad, esta es una historia impresionante y que todavía no se si terminó. No sé si lo que haya dicho esa mujer haya sido cierto, quizá esté más loca que Lola. De todas formas, no puedo negar que fue un día muy distinto y nunca lo olvidaré. Tampoco puedo negar que si alguien investiga el caso y me necesita, allí estaré.  




Lucho Fucking moda.

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